Lean en 15’ — (4/5) Trabajo Estandarizado: acordamos la mejor forma actual (juntos)

Entrada de blog (7–8 min de lectura) + Cuaderno de trabajo (📥) + Plantilla Matriz de Capacidades (📥) + Plantilla Trabajo Estándar (📥). Si el proceso es la canción, el trabajo estandarizado es la partitura que nos permite tocarla entre varios sin desafinar.

Te cuento una historia breve. Un equipo incorporó a una persona nueva. Tres compañeros le enseñaron “como lo hacen ellos”. Resultado: tres versiones distintas de la misma tarea y un cuarto resultado impredecible. Nadie lo hizo “mal”; cada quien replicó su atajo. El problema no era la gente, era la ausencia de partitura. El trabajo estandarizado no es un corsé; es un acuerdo vivo sobre la mejor forma que conocemos hoy. Mañana puede mejorar, y el documento debe permitirlo.

¿Cómo lo creamos contigo? Primero elegimos una tarea frecuente y de impacto, algo con 5–10 pasos claros. Después la contamos como si se lo explicáramos a alguien que llega mañana. Nada de jerga opaca; verbos de acción, resultados visibles. “Validar datos en CRM y guardar un pantallazo” es mejor que “verificar información”. Añadimos puntos de control: los lugares donde la calidad o la seguridad se juegan el partido. Allí definimos límites y, algo fundamental, qué hacer cuando el punto falla: parar, pedir ayuda a X, registrar Y. Ese es nuestro Andon humano.

El tiempo también importa. No porque queramos cronómetros en la espalda, sino porque los tiempos dan contexto. Con lo aprendido en Takt y Cycle, fijamos tiempos objetivo razonables por paso. No son dogmas, son faros. Si hoy tardamos el doble, quizá falta práctica o hay un obstáculo que destapar.

Ahora viene la parte que casi nadie hace y marca la diferencia: probamos la hoja con alguien que no la escribió. Si esa persona se atasca en el paso 3, el problema no es la persona; es el estándar. Ajustamos el lenguaje, añadimos una captura, movemos el orden. Repetimos hasta que fluya. Para terminar, colocamos lo básico de gobernanza: versión, fecha, responsable y un espacio visible para proponer cambios. Un estándar sin fecha es un fósil; uno sin espacio de mejora es cemento.

¿Sirve en la industria? Piensa en cambio de color en muestreadora: receta preparada, limpieza de conducciones, ajuste, validación de tono ΔE, registro del lote. Puntos de control: pH, temperatura, tolerancia de ΔE. Tiempo objetivo: 22 minutos tras mejoras de preparación. ¿Sirve en servicios? En devoluciones de e‑commerce: verificar elegibilidad, emitir etiqueta, registrar motivo, confirmar abono. Puntos de control: identidad del cliente, valor de abono, señales de fraude. Tiempo objetivo: 6 minutos por caso. En ambos, el estándar reduce variabilidad, acelera la formación y hace visibles las mejoras.

Al final de esta hoja tendrás tu primera partitura lista para usar mañana. No busques la perfección; busca que otro pueda tocar la canción contigo sin desafinar. La perfección vendrá cuando lo usemos unas semanas y lo mejoremos con evidencia.

La próxima clase cerraremos el mes y empaquetaremos todo en un Kit Express para que no se pierda el trabajo hecho.

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